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BANDOLEROS (duracion 37:48)


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lunes, 4 de febrero de 2008

Apolo/Febo


Para conocer más ampliamente la vida mitológica que llevó el dios Apolo antes habría que tener en cuenta que distintos narradores, entre los que se encuentran autores de la talla de Ovidio u Homero, conocen a este dios que personifica al Sol también con el nombre de Febo. La etimología de esta designación ha sido poco analizada y tampoco se ha llegado a un acuerdo firme entre los estudiosos. Aunque lo que sí parece que existe es la convención de relacionar semánticamente el nombre Febo con los conceptos "claridad", "brillante", "transparente" y "resplandeciente". En todo caso, los antiguos utilizaban este nombre con relativa frecuencia para nombrar a Apolo. De hecho, según cuenta Ovidio, Febo es el propio dios Apolo cuando personifica al Sol. También en algunas ocasiones Homero llama Febo al dios Apolo. Según recoge este importante autor en "La Ilíada", el poderoso Zeus, rey del Olimpo y padre del dios de la claridad, se dirige a su hijo en los siguientes términos: "Ve ahora, querido Febo, a encontrar a Héctor, el de broncíneo casco". No será éste el único lugar en el que aparezca el nombre de Febo dentro de la obra de Homero, tanto es así que podría decirse que es relativamente frecuente. Muestra de ello es el siguiente episodio que relata Homero con la maestría que le caracteriza: " ... y Febo Apolo, que iba delante, escuchó con sus pies las orillas del foso profundo, echó la tierra dentro y formó un camino largo y tan ancho como la distancia que media entre el hombre que arroja una lanza para probar su fuerza y el sitio donde la misma cae. Por allí se extendieron en buen orden; y Apolo, que con la égida preciosa iba a su frente, derribaba el muro de los aqueos, con la misma facilidad con que un niño, jugando en la playa, desbarata con los pies y las manos lo que de arena había construido. Así tú, flechador Febo, destruías la obra que había costado a los aqueos muchos trabajos, esfuerzos y sacrificios, y a ellos los ponías en fuga".

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